Muchos aseguran que hasta hace un tiempo atrás era inimaginable el rol que hoy tiene un Community Manager, pero lo cierto es que es simplemente una figura que, de una forma u otra, siempre ha existido y se ha adaptado a las nuevas formas de comunicación. El peso que tienen las redes sociales actualmente ha llevado a que sea necesario contar con una persona específicamente encargada de la interacción con los clientes.
El perfil de un Community Manager
No hay duda que, por su naturaleza, el trabajo de un Community Manager es más visible que el de otras áreas de una firma: la inmediatez de la viralización en Internet lo convierte en una tarea muy riesgosa, por lo que un CM no sólo debe ser un apasionado por las redes sociales, sino que además debe tener una buena información sobre la contingencia, su público y tener un buen manejo del contenido que se entrega a los usuarios.
Las opiniones son diversas cuando se trata de definir cuáles son los conocimientos de base que debe tener un Community Manager. ¿Es necesario estudiar alguna carrera específica o es una suerte de profesión que se aprende con la práctica? En una consulta a varios CM de diferentes empresas llegamos a una conclusión de base: no es necesario un estudio específico, pero sí debe ser una persona que conoce de estrategias y comunicación para lograr una interacción eficiente con los usuarios.
Mientras unos afirman que hay ciertos conocimientos de base imprescindibles, que incluyen aprendizajes de marketing, publicidad y comunicaciones, otros apuntan a que todo se aprende en la práctica, a través de la prueba y el error y observando cómo se manejan otras marcas.
En contacto con la firma
Todos concuerdan que un pilar esencial para ser un buen Community Manager es estar en sintonía con el producto o marca y conocer al público destinatario. Junto a estos saberes es importante estar al tanto de las tendencias y cambios en las plataformas.
Pero un Community Manager no es sólo alguien que está detrás de la imagen de la empresa en las redes sociales y un generador de contenido, sino que además deben saber manejar las crisis a las que se enfrentan y aprender de sus errores. En este sentido una de las claves está en jamás perder la esencia de lo que quiere transmitir la marca. En el camino de perfeccionamiento se cometerán muchos errores, pero los expertos señalan que no queda otra que levantarse y aprender de estas experiencias.
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